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conversaciones

 .hola

Intérpretes comparten sus propuestas y experiencias del proceso

 .hola

“(…) en el cuerpo hay cosas que se aparecen

y son un lenguaje manifiestado como cuerpo”

– Aische-

Sobre cómo se aproximan al proyecto

Macarena/

Hay algo anterior a la pregunta por el cómo de la aproximación y que es el poder colaborar y abrirse al universo de otra persona, para descubrirlo en conjunto. Me pasa que no sé si realmente sabía el origen del trabajo cuando empezamos. Y no sé en este momento si puedo responder. Hay ciertos descubrimientos e ideas que empiezan a ser más claras ahora, pero no sé desde qué lugar hablar, porque las preguntas específicas del trabajo sobre el género son sociales, y aparecen en un discurso más cotidiano y personal. Entonces a nivel de intérprete creo que tengo cierto posicionamiento hacia ciertas preguntas de aproximación, pero no sé si me resuena todavía porque la interpretación es mucho más que la investigación además…

Jonathan/

Comienza no sé si en un sentido muy distinto a lo que hacemos ahora. En 2011 nos reunimos para conocernos y empezar a trabajar. Javiera nos contó de un Solo en donde usaba tubos como extensiones del cuerpo y su relación con los orificios del cuerpo; y parte así, sin ningún evidente sustento teórico ni físico, pero sí con imágenes, ella habla harto de imágenes para transmitir sus ideas. Y empieza a aparecer la idea de conformación de género, esto que nos encasilla como cuerpo de hombre o mujer.

Aische/

Conocía su Solo pero sabía que quería hacer algo en un trío. No hubo mucho de pensar cómo aproximarse, pues hay confianza e interés en la búsqueda de las distintas energías, dinámicas y cuerpos que propone Javiera. Y aparecen las preguntas sobre el sexo, el género y la sexualidad.

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“(…) tengo un lugar para partir a una idea de hermafrodismo”

– Macarena-

Sobre cómo se disponen a la investigación

Macarena/

Siento que hay una disponibilidad total desde mi interior. Siento que no hay lugares finitos, y en este sentido, mi disposición es a recibir y en un momento filtrar. Las guías que en la práctica son súper anatómicas me llevan a relacionarme con mis experiencias del cuerpo que son más que algo sexual, que tienen mis vivencias y eso me ayuda a conectar en las posibilidades o restricciones que autogenero.

Jonathan/

Yo trato de entrar como una hoja en blanco, y entregar todo lo que emerge. Pero al comienzo me costó. Con toda esa información y preguntas sobre género he estado bastante perdido y al principio un poco más. Me sentía punto aparte porque era mucho desde lo femenino porque hay muchas mujeres, y desde ahí su percepción de género. Además mis compañeras manejan cosas técnicas (físicas) que yo no manejo, no tengo regular entrenamiento físico en danza, yo vengo del teatro; por ejemplo, con el asunto del suelo pélvico. Por lo tanto siempre fue un desafío cómo o desde dónde trabajar.

Aische/

No puedo decir que hay una pura manera de disponerme porque el proceso es cambiante. Pero siempre es muy activo, buscando lugares más bien físicos del cuerpo, en sus memorias físicas para entrar más profundo al pensar en nuestra relación con el sexo. Pero no es algo habitual que uno piense conscientemente eso, entonces es complejo cómo sucede.

 .hola

“Para investigar decidí hacerlo desde la energía”

– Jonathan-

Sobre la relación del cuerpo con las ideas e imágenes que se movilizan

Macarena/

Siento corporalmente hay un acercamiento a un posible entre o una dualidad unificada. Igual hubo harto trabajo polar y ahora he logrado acercar algo, tengo un lugar para partir a una idea de hermafrodismo, pero siento que es muy mío, de mi experiencia, y cómo yo llego más a ese encuentro. En este último período sobre todo, siento me es mucho más fácil generar algo más comprensible a través de una objetivación del cuerpo o un poco una disociación cuerpo y mente, sobre la superficie (la piel), en que las ideas van apareciendo.

Jonathan/

Es complejo porque yo trato de borrar mi cabeza para enfrentar las sensaciones, pero para mí es mucho más fácil una imagen concreta que la sensación. Habitualmente me pasa en los ensayos que debo llegar a la casa y hacer un trabajo más en soledad para revisar y saber qué hice y qué me pasó. Lo que he tenido que hacer para este trabajo es que me he dado el permiso de buscar en otro lugar que no es concreto, por ejemplo en el ejercicio del Kamasutra me di el permiso de dejar de ser yo: el falo, por ser hombre, y buscar desde lo femenino esas posturas y cuerpos, desde el cuerpo más allá de lo que se supone tengo que ser si tengo un pene. Y me costaba. En eso me di cuenta que habían lugares de mi pelvis que nunca había habitado. Entonces estoy abierto a sentir nuevas ideas del cuerpo, de habitarlo.

Aische/

Esta relación provoca cuestionamiento. Cuestionar el lugar de la búsqueda pues no sabía mucho con qué relacionarme yo. Creo que muchas veces es muy inconsciente, como un proceso largo que igual provocó cuestionamientos sobre dónde buscar, por qué buscar, y a dónde vamos. Siempre se me hace más fácil buscar en lo físico que puedo practicar, pero mi mente no me permitía ir a esos lugares porque algo lo dificultaba en el imaginario. Había algo que no podía practicar mi mente, porque algo no comprendía por qué, y no relacionaba o le costaba relacionar con el tema. Como que la mente es más lenta que el cuerpo o el cuerpo hace un lugar y la mente otro. En momentos hubo muchas dudas y cuestionamientos sobre dónde estamos; dónde estoy yo. Pero el cuerpo se fue poniendo sensible, fue encontrando ciertas ideas.

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Sobre dificultades y modos de trabajo corporal

Macarena/

Hay siempre una reflexión constante en el hacer viendo hasta qué punto me dispongo y transgredo, y para eso hay que estar disponible y realmente querer lo que se está haciendo. Pero siempre hay problemas, puedo ignorarlos desconcentrándome, sin aplicar valores en el hacer corporal como la tolerancia, o trabajar desde el reconocimiento y el autoconocimiento. Por ejemplo, a nivel de experiencia personal, me fue difícil el trabajo con la boca. Ahora, en este caso siento no estamos mucho en el conflicto como un lugar extremo de acciones, como por ejemplo con la boca. Es un trabajo medio sadomasoquista, pues transita más en lo estético que lo real (con eso me refiero a que podría ser más concreto): hay algo que enuncia, pero no ingresa -que es lo que tal vez sentía como más superficial del cuerpo en un principio-. Por ejemplo, no hay momento en que me hayan penetrado en la boca, no sucede que alguien entre en tu boca, entre en tu nariz, entre en tu oído; de verdad. Entonces, en el problema en la relación con los pares, a veces siento que la despersonalización es lo que nos ha ayudado a generar material, en que ciertos límites de placer o deseo, hormonales, celulares, sanguíneos… no van al límite, no hay una intención de provocar al otro, real (en referencia a eso que puede ser más concreto). Hemos trabajado de ponerlo muy en otro lugar. La idea no va directamente a tener placer genital, por ejemplo, aunque hablamos mucho de genitales, o cuando hablamos de penetración se traduce a otras partes o acciones del cuerpo con la cualidad. Por eso me hacía mucho sentido el vestuario como un lugar mucho más lejano, artificial, ficcional, irreal, provocando sensación de lejanía con mi propio cuerpo inclusive, objetualizado y despersonalizado. Adquiriendo otra postura en él. Y aunque el lugar de la ficción podría permitir ir mucho más allá en ese sentido, como una aparente superficie, siento que no, porque el abordaje de la investigación es súper anatómico, y sí ingresa al cuerpo interno en lo que hemos hecho de observar los mecanismos de… hemos hablado más de mecanismos que de impulsos o de cosas más de intuición animal que llevarían a otra posibilidad e ir a otros lugares con el imaginario personal. Entonces sí lo relaciono así, hemos buscado muy desde la técnica del cuerpo, y más que eso, las posibilidades mecánicas del cuerpo. Por ejemplo, ahora me hace mucho sentido la pregunta cómo habito mi pelvis; es mi cuerpo.

Jonathan/

Para enfrentarme al trabajo, como creador tuve que desechar un poco el género, tuve que olvidarme que era hombre y que por eso activo algunos lugares. Hubo ejercicios en que me sentí súper sometido. Traté y tuve de alguna forma que buscar mi lugar femenino también, para tratar de habitar estos dos lugares como lo que tiene que ver con esta ambigüedad, que  a su vez se buscó desde algo súper óseo que es la pelvis, que en el cuerpo tiene diferencias óseas dependiendo el sexo, pero que tiene muchas cosas en común. Entonces, para tratar de olvidar esta rigidez de la pelvis – o rigidez de ser hombre con una pelvis-, traté de ser femenino y pasar corporalmente y como identidad por lo femenino sin pasar por el prejuicio de lo femenino. Pasa con las imágenes, por ejemplo si decimos: “hagan imágenes que representen un hombre…” viene la pregunta ¿qué podría hacer yo con un cuerpo de hombre pero en una acción femenina? ¿Coser, planchar, cocinar…? Pero esa es la referencialidad, y no pues, porque puedo hacer lo mismo que puedo hacer ahora, puedo ser una mujer con cojones y tratar de desprejuiciar el concepto. Y para indagar eso decidí enfrentarme al trabajo netamente con las energías.

Aishe/

En esto lo más difícil ha sido trabajar con una distancia desde y con lo más íntimo que uno tiene. Cuando se cruza mucho con lo sexual y la identidad, como que es tú femineidad y tu masculinidad las que provocan cosas. Uno habitualmente no piensa en eso ¡tanto! y es provocador meterse en lugares que uno no está acostumbrado o que son muy íntimos; y encontrar una distancia. Yo creo que trabajo mucho desde lo más interior y soy muy auténtica, entonces es como mi subjetividad entera que está todo el rato ahí. Al buscar en mi propia experiencia encuentro libertades que tienen que ver con buscar muy adentro del lugar propio, en un comienzo era mucho en la pelvis y mis órganos sexuales y la danza; que era todo nuevo, pero que ahora ya lo siento más cerca porque llevamos tiempo y no tengo que  pensar tanto en buscarlo, ya está más disponible. Entonces descubrí que tengo un método de trabajo que es muy mío que me puso límites en esta investigación, porque claro, ser auténtico es bueno pero cuesta dialogar: pongo mi cuerpo y todo mi ser para estar en ese lugar de trabajo. Lo único que sí me ayudaba era poner un foco en algo más físico, pero igual mi subjetividad no quería o no podía ir a ciertos lugares. Hablamos y discutimos mucho para explicarnos desde qué lugar trabajar, y los tres también desde muy distintas vistas. Y en eso también el Trío es otra dificultad. La dinámica del Trío es muy complicada, pues se ve reflejada cada constelación y después trabajando algo aparece cada energía, y es complejo encontrar un lenguaje común a algo sin tú saber que la energía del otro es de una manera. En eso habían descubrimientos fuertes a través del otro y sus feedbacks, pues uno no puede anticipar cómo es la reacción del otro sobre mi disposición y energía o viceversa, sólo aparece en las mismas reacciones.

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Sobre la relación entre el cuerpo en investigación, interpretación y escena   

Macarena/

Me siento construyendo algo de un interior que como intérprete, puede describirse como estar desarrollando una tesis que tiene que ver con esta idea dual, como una subjetividad interna que aún no llega a una corporalidad 100 por cien filtrada a través de mi cuerpo porque faltan recorridos del trabajo. No me paro de cuestionar todo, todo el rato: el proyecto, la propuesta, cuestionando con los otros. En ese sentido hay una reflexión en la ejecución que no es concluyente, se afina la idea pero no hay un resultado. Y si bien sé investigamos y probamos, mis aportes serían más en la función yo siento. El proceso nutre y aporto a él, pero el momento de mi responsabilidad es la escena; y aún estoy dependiente: de la música, la ropa, el espacio físico, la coreografía. Creo que relacionándose con todo eso está el rol del intérprete en cada función, que es una vivencia que hace funcionar todo. Y ahí aparece más clara la respuesta entre nosotres: la escena. Cómo se pone a prueba el proceso en que voy descubriendo cosas. Es importante esa reiteración para fijar ciertos materiales y poder hilar súper bien la información corporal y todo; y eso es un aporte. Y me siento muy conectada con Javiera, entonces entiendo su universo y lo que sugiere e intento probarlo, recibo e intento probar contextualizando ese universo. Y ahí voy filtrando, y no sé hasta cuando filtrar, pues van apareciendo cosas en el camino y se van probando y se va construyendo, no sé cual lugar todavía.

Jonathan/

Hasta algún momento del trabajo de laboratorio me era súper aislado el trabajo subjetivo con mi interior, como este tercer ojo que mira al cuerpo como otro que transita, pero llega un momento en que te apropias del propio cuerpo que mira hacia el cuerpo, como un tercer ojo… Al principio lo tenía súper abierto y desde algún momento lo cerré para poder apropiarme de lo que pasaba. Y en la puesta escénica de este cuerpo, en la ficción, pienso hay algo súper práctico que es clarificador, es sobre cómo los vestuarios nos hacen volver a cuestionarnos el propio cuerpo al explorar el borramiento del rostro, por ejemplo, en la uniformidad del cuerpo. Es muy complejo como todo lo que hemos hablado puede plasmarse gráficamente a través de imágenes y sensaciones que podría llegar a transmitirse, y ahí esta la sensibilidad del trabajo, y creo tenemos las herramientas para decirle a la gente que hay algo indefinido, que hay un cuerpo, que el rostro lo define socialmente. Y me parece súper potente en la plástica poder transmitir lo que hemos pasado nosotros, cómo traspasar la experiencia de todas estas sensaciones, y decir mira: a todos estos puntos hemos llegado para que ustedes también se cuestionen y sientan.

Aishe/

He encontrado la capacidad de entrega para ir a otros lugares que uno no está acostumbrado. Abro muchas reflexiones y que se entremezclan en mi vida diaria. Está todo conectado. Esto me ayuda para llegar a otro nivel de investigación. Me ha dispuesto al no saber qué va a suceder. Yo siempre he pensado que soy buena en eso, pero he encontrado mis dificultades, y ha sido importante sentirlas para ir más lejos. Y si las dificultades las reflexionas y hay espacio para conversarlo es muy enriquecedor para un proyecto y eso se verá en la escena.

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Sobre el cuerpo de nosotres y la experiencia en general

Macarena/

Con todas estas preguntas casi siempre las cosas que aparecen son sin contexto o sin nombre. Todo el tiempo pasan cosas corporales que no están contextualizadas, que no pueden referir, que transitan. Siempre yo creo parece que estoy más en no espacios… me siento dispuesta a esos espacios y sus relaciones que se dan entre las imágenes, lo que el cuerpo puede buscar y generar. Por ejemplo, observo a estudiantes que tienen ideas, buenas ideas, pero que el cuerpo no da. Y yo si sé e intuyo lo que pasa, el imaginario tanto como la fisicalidad en la corporalidad funciona estrechamente. Pareciera en el interior hay una conexión estrecha con todo, que trasciende. Hay una emisión de ideas corporales muy claras. El cuerpo acompaña las ideas en una investigación y la apertura en este caso, es tan amplia que se hace infinita y me siento satifactoriamente preparada y dispuesta.

Jonathan/

Es tan fuerte lo que le ha pasado a mi cuerpo… Hay algo que al pasar por estos lugares todos los días genera como un abrir canales súper importantes de desahogo que tienen que ver con este lugar indefinido de experiencia, lo que genera unos canales distintos de apertura. En el trabajo con este nivel de energía que terminé usando para entender lo que era lo femenino y lo masculino desde el cuerpo solamente, llego a la conclusión que al final habitamos el cuerpo, y somos ambas cosas, sólo que hubo una estimulación en algún lugar que definió que uno defina una forma (aunque hasta ahora me cuestiono el por qué tendríamos que definir algo). Hay algo que me parece súper interesante del trabajo, que es pasar por el punto en que no sabemos en qué lugar estamos. Es súper sutil el tránsito que lo hacemos tratando de pasar de la energía femenina hacia la masculina, pasando constantemente por un lugar que me parece atractivo, que no tiene ninguno de los dos con mayor fuerza, sino que ambos traspasándolos. Como ese lugar que tiene una energía particular  que se mueve y se articula. Me parece que es un lugar sumamente sincero para enfrentar todas esas preguntas, creo que es un lugar necesario.

Aishe/

Tiene muchas direcciones e investigamos muchos lugares, no puedo decir que es como solo desde un punto, y claro, comenzó como un lugar más específico que es la pelvis, al que siempre volvemos, y con el que siempre hay una conexión, pero no sé si lo puedo comprender en este momento intelectualmente porque trabajamos desde otro lugar que no es intelecto, y entonces es difícil… ¡y tampoco sirve tanto comprender todo! En el cuerpo hay cosas que se aparecen y son un lenguaje manifestado como cuerpo. Y en ese sentido, la experiencia de este tipo de investigaciones creo que amplía las posibilidades de transitar y cuestionarse el cuerpo.

                                                                                                                                                          (entrevistas realizadas semana del 18 de junio de 2012)